¡Buenos días!
Después de este largo parón a
raíz de los exámenes, vengo con ganas para seguir haciendo entradas
relacionadas con el mundo de la educación.
En la entrada de hoy quiero
compartir con todos vosotros un pequeño “corto” llamado: Cuerdas, el cual me hizo recapacitar y ver el mundo de otra manera. Es increíble como un video
de tan solo 10 minutos puede hacer que cambies tu visión sobre un tema y
ponerse sensible cuando ni te lo esperas.
El vídeo trata de un niño
discapacitado, que no podía ni andar ni apenas hablar, y como una niña de su
misma edad se entrega en cuerpo y alma para ayudarle y, con ello, hacerle un
poco más feliz.
Este vídeo quería compartirlo
porque, por desgracia es lo que ocurre en nuestra sociedad. En el corto el
escenario es en un colegio y los protagonistas son niños. Muestra como solo una
niña es capaz de hacerle caso a ese chico y considerarle su amigo, mientras los
demás le miran a ella con cara de “es muy rara”. Pues en el mundo real esto es
lo que pasa día a día, y ya no solo en grupos de niños, sino en adultos sobre
todo. Es una pena que no todo el mundo tenga esa virtud de dar tranquilidad, de
ayudar, de mostrarse cercano y sobre todo de no excluir. Si fuera así la
sociedad giraría en un espacio mucho más alegre y cercano. Porque por desgracia
podríamos afirmar que vivimos en un mundo de integración pero no de inclusión.
Con todo esto quiero decir que hay que trabajar la inclusión, pero tanto desde
la educación como en todos los demás ámbitos, ya que si algún día se consigue que
España sea inclusiva, se podría afirmar por fin que se ha conseguido un gran
avance. Lógicamente, es una tarea muy dura y casi imposible, pero considero que
si se empieza a trabajar desde la escuela, ya se tiene mucho camino ganado.
Os invito a que veáis este gran
corto, y estoy segura que os hará recapacitar del mismo modo que me pasó a mí.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario